miércoles, 12 de diciembre de 2012

Aquí no ha pasado nada.


Aquí no ha pasado nada.
Antes que nada, queremos hacer énfasis en que los partidos se TIENEN QUE JUGAR. Estando tan cerca de hacer historia, es el momento en el que Millonarios y sus hinchas tienen que demostrar cautela. El titulo colombiano está en juego, y eso significa que Millonarios tiene que jugar para ganarlo. Llegar a la final es solo un paso más, pero el verdadero objetivo estará en disputa durante 180 minutos.
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Ahora sí, la crónica. 
 
En nuestra pequeña y corta vida de este espacio, hemos pasado la etapa evolutiva que la mayoría de los humanos experimentan con el amor.
Comenzamos con el Millonarios de Páez, aquel que termino el 2011 haciéndonos soñar y sufrir. Analizamos entre miles de palabras los diferentes esquemas planteados, escudriñamos  los momentos de victorias y escribimos sobre cada partido, como si fuesen batallas históricas que recordaríamos durante años. Creíamos en lo profundo de nuestros corazones que el año del título había llegado. Y luego llego la realidad, aquella gris y sombría realidad que nos mando a pensar durante varios meses, como en el momento en que la primera novia le termina a uno. No entendíamos que había ocurrido….
Y luego volvimos en el 2012, confiando plenamente en el proyecto del venezolano. Como siempre uno vuelve a creer en el amor, como siempre, uno vuelve creer en el equipo que habita en lo profundo de nuestras almas, aquel que sin importar lo sucedido el semestre pasado, vuelve a suscitar esperanza.  Volvimos a creer mientras fue posible, dándole una vez importancia a las crónicas post partido y análisis que nos hacían creer que sabíamos de fútbol. Fuimos eso sí, siempre sinceros y honestos, y cuando el proyecto Páez se empezó a desplomar, fuimos críticos y equilibrados en  nuestras posiciones. Nos habían roto el corazón por segunda vez…

Y  luego llego Torres.
Y nuestra ilusión volvió, como siempre vuelve,  porque ahí yace la gran diferencia entre un equipo de fútbol y  el amor entre personas. En el fútbol el amor parece no tener límites y parece no extinguirse.  Eso si la cautela y la austeridad tomaron un papel principal esta vez en nuestro rol periodístico. 
El equipo, que básicamente es una base que dejo Páez reforzada, juega siempre a lo mismo. Por ende, un análisis táctico se vuelve innecesario, Millonarios lleva más de 2 años intentando tratar bien el balón, de darle dominio y rotación a la esférica en el medio campo.  Ese es el  “modus operandi” del equipo albiazul, esa es la identidad futbolística que se ha venido trabajando en Millonarios, y que luego de un proceso, se empiezan a ver claramente los resultados. Torres, también cabe destacar,  le ha dado orden defensivo y variantes ofensivas al equipo, y ese ha sido su gran aporte a este equipo, pero el esquema táctico en la profundidad es el mismo. Aplausos para el DT, que logro construir sobre lo hecho y que no vino a imponer cosas descabelladas. El Millonarios de Torres es un equipo constante, y que difícil que es lograr que un equipo se acople a una rutina donde ganar es lo único que el hincha espera. También hay que darle méritos a los pocos refuerzos traídos por las cabezas del equipo, ya que entre Román Torres y Wason Renteria se le agrego jerarquía al equipo. 

Y el equipo de Torres lleva desde la fecha numero 1 haciendo un trabajo parejo, Millonarios lleva varios meses acostumbrando a sus hinchas a volver a ganar, a volver a pelear títulos. Pero si algo aprendimos de experiencias pasadas, es que NADA se ha ganado hasta que el titulo este en nuestras manos. Y al parecer, tanta austeridad, y tan poco “entusiasmo” de nuestra parte ha surtido efecto. Este Millonarios ha sido uno de los proyectos deportivos más exitosos de las últimas dos décadas del equipo embajador. Sin tanto bombo y sin tanto platillo, este Millonarios ha venido consiguiendo éxitos y se ha posicionado para entrar en la historia de este club. Pero volvemos a lo mismo, no se entra a la historia perdiendo aquella batalla que define la guerra. 

Y a este Millonarios aun le  falta lo verdaderamente vital, lo verdaderamente importante: Los títulos.
Y si algo pudimos aprender durante este año, es que no existe un rival pequeño. Lo demostró el Junior hace 12 meses, lo demostró Tigre hace un par de semanas. Nada se ha ganado, y es fundamental no caer en triunfalismos anticipados. Millonarios no ha ganado NADA, absolutamente nada…


El partido del Domingo

Y si amigos lectores, a las altas horas de la madrugada durante los últimos días nos venimos levantando, como si existiera una ansiedad profunda en nuestros corazones. El partido del Domingo fue un claro ejemplo de esa ansiedad, Millonarios tuvo que esperar hasta el último minuto para clasificarse. Ante un campin vestido de fiesta, el pasar de los minutos fue transformado esa alegría en tensión, en ansiedad. Un partido con un Junior que vino a ¿empatar?;  Pues así pareciera, ya que en ningún momento el equipo barranquillero quiso arriesgar, ni faltando 10 ni faltando 15 minutos, sabiendo que el único resultado que les convenía era ganar. El esquema de llenar el área con defensas le volvió a generar problemas a la delantera azul. Un partido parco, con un Millonarios que dominó pero que no pudo definir. Que falta hace Lewis Ochoa por la banda derecha, y que importante es para Millonarios encontrar laterales que suban al ataque, ya que ante planteamientos ultra-defensivos, el desborde es una de las claves para estirar esos bloques defensivos y generar grietas.
Lo verdaderamente importante se consiguió, Millonarios volvió a una final del torneo colombiano, con las uñas y con los dientes, con un aire pesado y tensionado en el campin, se consiguió llegar.

Pero….
Hay  tener claro que aun llegando a la final,  NADA habrá cambiado, el camino hacia la gloria solamente estaría un par de metros más cerca. Se presentaran entonces dos partidos que seguramente recordaremos durante décadas.

El partido del miércoles:

Increíble pensar que en solo dos días más se juega la primera final. Con un Medellín que buscara sacar ventajas para venir a Bogotá a plantear un 4-5-1, Millonarios se juega una oportunidad de empezar a romper esquemas. Con un resultado positivo en Medellín se empieza a forjar el camino del título. Los sucesos de estos primeros 90 minutos van a darle el tinte al siguiente partido. Millonarios como siempre, saldrá a proponer fútbol, y esperemos consiga su cometido en traer un resultado que obligue a Medellín a salir a jugar en Bogotá……
Y así como el humano en su vida jamás olvida ese primer amor, y en teoría está dispuesto a siempre pelear por ese amor, Millonarios vuelve a suscitar cosas inexplicables dentro de los corazones de millones de hinchas. Con esa misma expectativa y ese mismo anhelo viviremos el partido del Miercoles, nuestra primera final en dos décadas…tenemos una cita con la historia, y esperamos que el profesor Torres y sus pupilos nos den una alegría mas para luego volver a Bogotá y pintar la capital de la república de carnaval.

VAMOS MILLONARIOS.

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