Aquí no ha pasado nada.
Antes que nada, queremos hacer énfasis en
que los partidos se TIENEN QUE JUGAR. Estando tan cerca de hacer historia, es
el momento en el que Millonarios y sus hinchas tienen que demostrar cautela. El
titulo colombiano está en juego, y eso significa que Millonarios tiene que
jugar para ganarlo. Llegar a la final es solo un paso más, pero el verdadero
objetivo estará en disputa durante 180 minutos.
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Ahora sí, la crónica.
En nuestra pequeña y corta vida de este
espacio, hemos pasado la etapa evolutiva que la mayoría de los humanos experimentan
con el amor.
Comenzamos con el Millonarios de Páez, aquel
que termino el 2011 haciéndonos soñar y sufrir. Analizamos entre miles de
palabras los diferentes esquemas planteados, escudriñamos los momentos de victorias y escribimos sobre
cada partido, como si fuesen batallas históricas que recordaríamos durante años.
Creíamos en lo profundo de nuestros corazones que el año del título había
llegado. Y luego llego la realidad, aquella gris y sombría realidad que nos
mando a pensar durante varios meses, como en el momento en que la primera novia
le termina a uno. No entendíamos que había ocurrido….
Y luego volvimos en el 2012, confiando
plenamente en el proyecto del venezolano. Como siempre uno vuelve a creer en el
amor, como siempre, uno vuelve creer en el equipo que habita en lo profundo de
nuestras almas, aquel que sin importar lo sucedido el semestre pasado, vuelve a
suscitar esperanza. Volvimos a creer
mientras fue posible, dándole una vez importancia a las crónicas post partido y
análisis que nos hacían creer que sabíamos de fútbol. Fuimos eso sí, siempre
sinceros y honestos, y cuando el proyecto Páez se empezó a desplomar, fuimos
críticos y equilibrados en nuestras
posiciones. Nos habían roto el corazón por segunda vez…
Y
luego llego Torres.
Y nuestra ilusión volvió, como siempre vuelve, porque ahí yace la gran diferencia entre un
equipo de fútbol y el amor entre
personas. En el fútbol el amor parece no tener límites y parece no extinguirse.
Eso si la cautela y la austeridad
tomaron un papel principal esta vez en nuestro rol periodístico.
El equipo, que básicamente es una base que
dejo Páez reforzada, juega siempre a lo mismo. Por ende, un análisis táctico se
vuelve innecesario, Millonarios lleva más de 2 años intentando tratar bien el
balón, de darle dominio y rotación a la esférica en el medio campo. Ese es el “modus operandi” del equipo albiazul, esa es
la identidad futbolística que se ha venido trabajando en Millonarios, y que
luego de un proceso, se empiezan a ver claramente los resultados. Torres,
también cabe destacar, le ha dado orden
defensivo y variantes ofensivas al equipo, y ese ha sido su gran aporte a este
equipo, pero el esquema táctico en la profundidad es el mismo. Aplausos para el
DT, que logro construir sobre lo hecho y que no vino a imponer cosas
descabelladas. El Millonarios de Torres es un equipo constante, y que difícil
que es lograr que un equipo se acople a una rutina donde ganar es lo único que
el hincha espera. También hay que darle méritos a los pocos refuerzos traídos
por las cabezas del equipo, ya que entre Román Torres y Wason Renteria se le
agrego jerarquía al equipo.
Y el equipo de Torres lleva desde la fecha
numero 1 haciendo un trabajo parejo, Millonarios lleva varios meses
acostumbrando a sus hinchas a volver a ganar, a volver a pelear títulos. Pero
si algo aprendimos de experiencias pasadas, es que NADA se ha ganado hasta que
el titulo este en nuestras manos. Y al parecer, tanta austeridad, y tan poco “entusiasmo”
de nuestra parte ha surtido efecto. Este Millonarios ha sido uno de los
proyectos deportivos más exitosos de las últimas dos décadas del equipo
embajador. Sin tanto bombo y sin tanto platillo, este Millonarios ha venido
consiguiendo éxitos y se ha posicionado para entrar en la historia de este
club. Pero volvemos a lo mismo, no se entra a la historia perdiendo aquella
batalla que define la guerra.
Y a este Millonarios aun le falta lo verdaderamente vital, lo verdaderamente
importante: Los títulos.
Y si algo
pudimos aprender durante este año, es que no existe un rival pequeño. Lo
demostró el Junior hace 12 meses, lo demostró Tigre hace un par de semanas.
Nada se ha ganado, y es fundamental no caer en triunfalismos anticipados.
Millonarios no ha ganado NADA, absolutamente nada…
El partido del Domingo
Y si amigos lectores, a las altas horas de
la madrugada durante los últimos días nos venimos levantando, como si existiera
una ansiedad profunda en nuestros corazones. El partido del Domingo fue un
claro ejemplo de esa ansiedad, Millonarios tuvo que esperar hasta el último
minuto para clasificarse. Ante un campin vestido de fiesta, el pasar de los
minutos fue transformado esa alegría en tensión, en ansiedad. Un partido con un
Junior que vino a ¿empatar?; Pues así
pareciera, ya que en ningún momento el equipo barranquillero quiso arriesgar,
ni faltando 10 ni faltando 15 minutos, sabiendo que el único resultado que les convenía
era ganar. El esquema de llenar el área con defensas le volvió a generar
problemas a la delantera azul. Un partido parco, con un Millonarios que dominó
pero que no pudo definir. Que falta hace Lewis Ochoa por la banda derecha, y
que importante es para Millonarios encontrar laterales que suban al ataque, ya
que ante planteamientos ultra-defensivos, el desborde es una de las claves para
estirar esos bloques defensivos y generar grietas.
Lo verdaderamente importante se consiguió,
Millonarios volvió a una final del torneo colombiano, con las uñas y con los
dientes, con un aire pesado y tensionado en el campin, se consiguió llegar.
Pero….
Hay tener claro que aun llegando a la final, NADA habrá cambiado, el camino hacia la
gloria solamente estaría un par de metros más cerca. Se presentaran entonces
dos partidos que seguramente recordaremos durante décadas.
El partido del miércoles:
Increíble pensar que en solo dos días más
se juega la primera final. Con un Medellín que buscara sacar ventajas para
venir a Bogotá a plantear un 4-5-1, Millonarios se juega una oportunidad de
empezar a romper esquemas. Con un resultado positivo en Medellín se empieza a
forjar el camino del título. Los sucesos de estos primeros 90 minutos van a
darle el tinte al siguiente partido. Millonarios como siempre, saldrá a
proponer fútbol, y esperemos consiga su cometido en traer un resultado que
obligue a Medellín a salir a jugar en Bogotá……
Y así como el humano en su vida jamás
olvida ese primer amor, y en teoría está dispuesto a siempre pelear por ese
amor, Millonarios vuelve a suscitar cosas inexplicables dentro de los corazones
de millones de hinchas. Con esa misma expectativa y ese mismo anhelo viviremos
el partido del Miercoles, nuestra primera final en dos décadas…tenemos una
cita con la historia, y esperamos que el profesor Torres y sus pupilos nos den
una alegría mas para luego volver a Bogotá y pintar la capital de la república
de carnaval.
VAMOS MILLONARIOS.
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