Lastimosamente, la tribuna no juega. Y ayer, ante un marco impresionante, Millonarios sumo su primer derrota del 2012. Cuando la hinchada presenta su mejor cara, al equipo le toca un partido anormal, y a raíz de errores defensivos tempraneros, se le facilito la labor al equipo visitante, que nunca domino el partido, pero sin embargo, se termino llevando la victoria.
Millonarios empieza a desarrollar una tendencia de comenzar muy mal los partidos, en este caso, al primer minuto de juego ya iba abajo en el marcador. A los dirigidos por Páez les cuesta mucho posicionarse en el campo, los primeros 20 minutos de Millonarios fueron desastrosos y lo han sido durante los primeros 4 partidos del torneo. Millonarios se desconecta, no existe armonía entre los mediocampistas y los delanteros, los pases son imprecisos, no existe comunicación. La defensa es insegura y errática por momentos, y ayer, el rival con muy poco, se fue adelante dos veces en el marcador.
En ambos goles del equipo visitante, mal Ithurralde en la marca personal, pero también recae responsabilidad sobre Ramos, tiene que salir a buscar más balones.
Comenzar tan mal, condiciona al equipo, una cosa es jugar con un 0-0, y otra es tener dos goles en contra tan temprano. El equipo visitante, aparte de esos tiros de esquina, no hizo absolutamente nada más. Se paro y espero poblar su zona defensiva, intento contragolpear, pero nunca pudo generar peligro y Ramos durante gran parte del partido fue un espectador más. Partido ideal para el rival, tres llegadas, dos goles tempraneros, y un Millonarios desconcertado.
Pero si algo se tiene que destacar, fue la reacción del equipo embajador. Mayer despareció hasta el minuto 30, pero cuando empezó a mostrarse, empieza a jugar Millonarios. Empezamos a creer que Millonarios sufre Mayer dependencia, y es preocupante depender de un jugador. Igualmente, es alarmante pensar que Millonarios se demora tanto tiempo en acomodarse, los jugadores tienen que entrar en ritmo más rápido, regalar 30 minutos de cada partido es inaudito, y claramente es uno de los aspectos que más se tienen que trabajar.
Pero cuando Millonarios empieza a jugar, la situación cambia y el panorama es otro. El equipo embajador es capaz de generar verticalidad en el ataque, se juega al primer toque y en general, el equipo es capaz de ser fluido en su manejo. Y esto se ve reflejado en el resultado, una vez Millonarios se "enciende", las ocasiones de gol empiezan a aparecer y consecuentemente los goles. En la jugada del primer gol, muy bien Ganizita, que saca un enganche, y luego remata cruzado, el arquero rival no contiene el balón, rebota en un defensa, y Botello se aprovecha de la situación, solo la tuvo que empujar para encontrar el descuento.
Millonarios después del gol se toma aun más confianza, empieza a generar más fútbol y el equipo torpe de los primeros minutos se convierte en un equipo inteligente y hasta serio. Muy bien Ochoa desbordando, otra vez fue clave en el rompecabezas ofensivo embajador. El equipo tuvo personalidad y busco el empate, tuvo varias oportunidades de lograrlo. Y lo busco tanto que la recompensa llego. En el segundo gol, Millonarios le da una dosis de su misma medicina al rival de turno, gol en un tiro de esquina: Berrio cabecea solo en el corazón del área rival, un defensa saca el balón en la línea, y Franco solo tiene que empujar el rebote. Un empate justo, ya que el rival nunca fue superior a Millonarios.
Los últimos 15 minutos del primer tiempo fueron totalmente para Millonarios, y el empate traía consigo la esperanza en sacar adelante el resultado. Cabe destacar que el árbitro no pito una mano en el área rival, ya que no se puede saltar con los brazos despegados del cuerpo ante un remate...Por más cerca que este el jugador, las manos tienen que estar pegadas al cuerpo.
A diferencia del primer tiempo, Millonarios comienza muy bien el segundo, remates buenos de Ramírez y de Osorio, pero el arquero rival empezó a ser figura. El equipo rival tuvo un ataque esporádico al minuto 10 del segundo tiempo que controlo bien Ramos, pero aparte de eso, y teniendo en cuenta que Millonarios tenía un jugador de más, el equipo Albi azul domino el segundo tiempo. No se lograba concretar las opciones de gol que se generaron, y el arquero visitante intervino bien en varias ocasiones. El fútbol de Millonarios arrincono al rival…
Pero en el fútbol no todo es merecimiento, Millonarios tenía el balón y generaba las opciones de gol, pero dejo espacios en la parte defensiva, y en una jugada aislada de contragolpe, Ortiz cerró a destiempo y se gano la segunda tarjeta amarilla. Corría el minuto 70 y Millonarios se desestabilizo, perdió a unos de los hombres que le daba el equilibrio, y Páez intento recomponer poniendo a Urbano y a Ottalvaro, ninguno de los dos tuvo influencia en el partido.
Y como Millonarios no pudo irse arriba en el marcador cuando tuvo el partido en sus manos, termino perdiendo. Tiro libre a 28 metros del arco de Ramos, y gol. Nada que hacer, desespero en la cancha y en la tribuna, pero el partido estaba sentenciado.
Una vez más, Millonarios fue inconsistente. Parece que el equipo de Páez sufre de bipolaridad, por momentos es un equipo que maneja el balón, que hasta tiene solidez defensiva, pero de repente, se desdibuja, le falta claridad y se vuelve torpe.
El partido en si fue atípico, un rival que no hizo mucho por el partido, se encontró con goles en momentos claves. Irse arriba en el marcador tan temprano desdibuja cualquier esquema táctico, pero Millonarios reacciono bien y supo encontrar el empate. Teniendo el partido dominado y al rival acomplejado, la contra cara llego, no se supo concretar el partido, no se supo dar el golpe de gracia, y como si fuese una tragicomedia, de un tiro libre llego el tercer gol visitante. Un equipo visitante que tuvo suerte, y que se llevo los tres puntos de Bogotá. Millonarios tiene que seguir trabajando, aun queda mucho campeonato por jugar…..
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